sábado, 16 de febrero de 2013

Matar al papa es como rayar un reloj

Hace poco maté al Papa en un sueño. A Benedicto quiero decir, al ex-papa. En 600 años es la primera persona que ha ostentado viva ese título y yo sueño que la mato. En mi defensa, debo decir que aún era Papa en ese sueño.
Como en esa película el sueño en el que maté al Papa estaba dentro de otro sueño. De un sueño al otro lo que me hacía despertar era la angustia, la angustia de haber matado a alguien. (En realidad había matado a 4 personas: al Papa y a su asistente, a quienes estrangulé y a otros dos que no recuerdo cómo ni cuándo maté,  de hecho no recuerdo quiénes eran, solo que había dos víctimas más.)
Digo que fue la angustia porque tuve tanto miedo de haber matado alguien que me convencí de que estaba soñando y me obligué a despertar; y desperté en otro sueño.
¿Han tenido alguna vez un reloj nuevo? Uno de viejo, está acostumbrado a que se rayen, ese primer rayoncito que aparece como al tercer día es jartísimo pero no es la primera cosa nueva que uno raya y aparte sirve para quitarle esa apariencia de "nuevo" que es tan molesta.
Pero el primer rayón del primer reloj genera una turbación enorme. Recuerdo que me pasó con un reloj Benetton de los que estaban de moda en los 90's que me regalaron cuando hice la primera comunión como a los 11. Duró como nuevo una semana hasta que me caí jugando fútbol. Sufrí más con ese rayón que cuando me rayé la cara con una tractomula (yo también perdí la pinta de "nuevo" de una forma un tanto violenta, pero esa es otra historia).
El caso es que soñé que mataba a 4 personas y sentí algo muy parecido a lo que sentí cuando rayé mi primer reloj, solo que lo que se rayaba era la existencia misma. Qué angustia más hijueputa. Tan hijueputa que que como no sabía que hacer me toco asumir que estaba dormido y despertarme en otro sueño.
Ahora, lo "raro" y que no debe ser tan raro, es que me quedó una sensación extraña de querer despertarme de la vigilia. Como si en tiempos de crisis, en vista de que nada es que esté saliendo muy bien, me gustaría tener el mismo poder que en el sueño, asumir que estoy soñando y que solo tengo que despertarme. Claro todo eso gira en torno a la noción de lo irreversible, por eso la sensación de reloj rayado. Solo si se siente que el asunto no tiene reversa tiene sentido el angustiarse tanto como para querer cambiar de realidad. Hay que tener en cuenta que despertando uno renuncia a una existencia en sí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Rayar un reloj es facil, lo importante es seguir gozandolo a pesar del rayon.